El amor es un sentimiento complejo que puede traer consigo tanto alegría como dolor. ¿Pero por qué sufrimos por amor? Aquí te presentamos seis razones que pueden explicar este fenómeno.
1. Miedo a perder
Amar o enamorarse implica riesgos, nos hace vulnerables y no siempre estamos dispuestos a ceder. En la sociedad actual, donde se nos impulsa a ser exitosos y a estar siempre bien, se ve mal perder y mostrarse vulnerable alguna vez.
2. Los ideales
Resulta que ese ser que tenías en un pedestal no es perfecto: tiene olores, asimetrías y mala ortografía. Tú no puedes con eso. Quieres que cambie, piensas que va a cambiar (por ti) a pesar de haber conocido a esa persona tal como es.
3. La otra persona y el ex
Las mujeres a veces sufren por la idea de "la otra": real o imaginaria. Prefieren ver a su pareja muerta antes que con otra. ¿Y los hombres? Resulta que tienen bien metida la idea de que el ex o el futuro hombre (imaginario) por quien lo dejará, es más hombre, la hace gozar más y tiene más plata.
4. Amor es pasión
En la cultura occidental, el amor se entiende como un sentimiento intenso de afecto y pasión (del verbo en latín, patior, que significa sufrir o sentir) hacia otra persona. En cambio, en la cultura oriental el amor se entiende como un sentimiento que va más allá de las emociones personales, está más asociado al respeto.
5. La telepatía y otros superpoderes
El otro no sabe lo que estás pensando. Es más, si explicas detalladamente lo que estás pensando, ¿te entendió? No siempre. ¿Siguió con lo mismo? Muchas veces sí. Hablando y hablando y hablando, ¿llegaron a entenderse? No necesariamente. Esto puede generar frustración y dolor.
6. Repetir, repetir y repetir
¿Te has preguntado por qué eliges siempre al mismo tipo de pareja? ¿O por qué siempre te dejan o se repiten los mismos patrones? Son elecciones inconscientes. No es voluntario. Para romper con estos patrones es fundamental hacer terapia!
En conclusión, sufrir por amor es una experiencia común que puede ser resultado de diversas razones. Sin embargo, es importante recordar que siempre hay formas de gestionar estos sentimientos y buscar ayuda cuando sea necesario.